Si se analizan bien y se aplican con cuidado, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) tienen el potencial de ayudar a la humanidad a cumplir nuestros objetivos ambientales y climáticos mundiales acelerando y escalando la acción colectiva.
Varias fuentes han indicado esto, incluidos:
La Iniciativa Mundial de Sostenibilidad Electrónica (Global e-Sustainability Initiative, GeSI), que calcula que el uso inteligente de las TIC puede facilitar una reducción de las emisiones de CO2 del 20% a nivel mundial para 2030 en 5 de los sectores principales.
El programa RethinkX, que establece que las buenas tecnologías digitales pueden ayudar a reducir el volumen de recursos naturales utilizados en productos en aproximadamente un 90%, lo cual significa que son eficientes y que, por lo general, fomentan una economía circular y pueden ayudar a reducir el volumen de recursos naturales. Esto puede contribuir a reducir el impacto de la extracción de materiales del medio ambiente, y puede disminuir la contaminación y las emisiones industriales.
El programa RethinkX también determinó que las tecnologías digitales y el diseño circular [James Arbib and Tony Seba. 2020. Rethinking humanity] pueden ayudar a reducir los desechos y desintoxicar las cadenas de suministro al menos 10 veces, y hasta 100 veces.
Al mismo tiempo, a medida que intentamos cerrar la brecha digital e incluir a todos en la era de Internet, habrá un gran incremento en el uso de las TIC y de la infraestructura digital relacionada. Es fundamental que lo hagamos con cuidado y de manera responsable porque nuestro progreso digital puede provocar 3 grandes problemas ambientales:
El sector de las TIC utiliza alrededor del 7% del consumo eléctrico mundial y es responsable de hasta el 2% al 2,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel global. Para satisfacer la creciente demanda de tecnologías con energía renovable, la extracción de minerales, como grafito, litio y cobalto, podría aumentar un 500% para 2050.
En 2019, se produjo un récord de 53,6 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos (el peso equivalente a 125.000 aviones Boeing 747), lo cual convierte a los desechos electrónicos en el caudal de desechos domésticos de más rápido crecimiento. Solo el 17,4% de los desechos electrónicos se documentó como formalmente recolectado y reciclado, y solo 78 países tienen leyes respecto de los desechos electrónicos.
Por el momento, la publicidad algorítmica personalizada y basada en la ubicación, la aprobación de pares, la ludificación y los estímulos digitales [Steffen Lange and Tilman Santarius. SMART Green World. 2020. p31] están acelerando el consumo en lugar de impulsar conductas y estilos de vida sostenibles.
Digitalización y escalamiento de la sostenibilidad ambiental
La tecnología digital puede ayudarnos a abordar amenazas tales como las pandemias mundiales, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de las tierras y la contaminación, pero solo si creamos la infraestructura, los estándares, los algoritmos digitales y el marco de gobernanza con esta intención estratégica. La cooperación multilateral y de múltiples partes interesadas en pos de una visión común es fundamental.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha identificado 5 prioridades para acelerar la sostenibilidad ambiental a través de canales digitales:
1 - Crear un ecosistema digital de datos ambientales abiertos y confiables. En este momento, los datos ambientales actuales están fragmentados, lo cual dificulta la integración en la infraestructura de datos emergentes. Necesitamos un ecosistema digital para el planeta que permita un monitoreo en tiempo real y un análisis predictivo de la situación ambiental mundial para que sea posible evaluar el progreso hacia nuestras metas ambientales colectivas. Esto requiere licencias, estándares, infraestructura y garantías para proteger la calidad y la seguridad, y para mantener la confianza pública.
2 - Alinear las finanzas y las inversiones con las metas de sostenibilidad ambiental. De los 95 billones de dólares invertidos en el mercado de valores mundial, solo 1 a 2 billones están alineados con los principios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Predecimos que a medida que la transformación digital llegue a más mercados financieros, será más sencillo integrar las consideraciones ambientales a los modelos de costo, evaluaciones de riesgo, cadenas de custodia y requisitos de diligencia debida, lo que significa que los mercados y la sostenibilidad podrán alinearse más. Si hubiera métricas y marcos de auditoría que pudieran medir el impacto neto de la digitalización de forma coherente, en contexto, la comunidad financiera podría invertir en la transformación digital con los mayores beneficios ambientales.
3 - Medir el desempeño de sostenibilidad de las cadenas de suministro. Actualmente, es difícil hacer un seguimiento del ciclo de vida de los productos y servicios debido a los datos complejos y no estandarizados en cadenas de suministro complicadas y globalizadas. No obstante, las tecnologías digitales insertas en las cadenas de suministro y que utilizan análisis de ciclo de vida combinados con inteligencia artificial ofrecerían oportunidades para medir y comparar el desempeño de sostenibilidad de diferentes productos con precisión. Además, debemos presionar para adoptar estándares mundiales y abiertos a fin de apoyar la estandarización y la interoperabilidad de los datos, y reducir la fragmentación y los obstáculos para el comercio y las cadenas de suministro mundiales. Los estándares globales para apoyar los pasaportes de productos digitales y una economía circular serán fundamentales.
4 - Fomentar prácticas de consumo sustentable. Hay más de 122.000 millones de consumidores digitales en el mundo y un estudio reciente indicó que el 65% de los consumidores dijeron que quieren comprarles a marcas que promuevan la sostenibilidad, aunque todavía solo el 26% realmente lo hace. Las tecnologías digitales dan la oportunidad de cerrar la brecha entre las intenciones de los consumidores y su comportamiento real para que puedan identificar más fácilmente (y elegir) productos, servicios y estilos de vida sostenibles. Esto podría lograrse atrayendo a los consumidores mediante etiquetas ecológicas y pasaportes de productos digitales, además de comunicación dirigida y basada en valores, estímulos digitales y ludificación. Se necesitan inversiones considerables y marcos de políticas en el panorama digital para incentivar y automatizar los comportamientos de consumo de los ciudadanos, los gobiernos y las empresas.
5 - Crear prácticas de adquisición sostenibles. Si las organizaciones que compran tecnologías digitales comienzan a incorporar criterios de sostenibilidad a sus decisiones de compra, esto influiría considerablemente en la dinámica de demanda del mercado (especialmente mediante las adquisiciones de los gobiernos, que representan entre el 15% y el 20% del producto interno bruto (PIB)). Los criterios de adquisición pública ecológica deben consolidarse y compartirse entre los países. Las agencias de la ONU están colaborando en este trabajo y ya están comprometidas con la integración sistemática de las consideraciones de sostenibilidad en las políticas de adquisiciones en todos los niveles.
El futuro
El PNUMA es uno de los defensores de la iniciativa de la Coalición para la Sostenibilidad Digital y Ambiental (Coalition for Digital Environmental Sustainability, CODES), que comenzará a implementar la Hoja de Ruta de Cooperación Digital del Secretario General de la ONU. Desarrollada por varias organizaciones con consciencia de sostenibilidad, la CODES tiene la intención de reunir a partes interesadas de los sectores públicos y privados y de la sociedad civil que trabajan en el nexo de transformación ambiental y digital. Su misión es promover políticas, estándares y colaboraciones públicas que aprovechen la transformación digital para convertirse en una fuerza positiva y exponencial para la sostenibilidad ambiental y la acción climática. Uno de los resultados principales será un Plan de Aceleración en un Planeta Digital para la Sostenibilidad y una serie de compromisos políticos, técnicos y financieros. El PNUMA también ha adoptado la transformación digital para la sostenibilidad ambiental como una nueva área programática para 2022 a 2025 y hará hincapié en los problemas ante la Asamblea de Medioambiente de la ONU.
David Jensen, Jefe de Transformación Digital del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas